Nuestro Campo
EL CAMPO
Hace años fue un campo de flores cultivado por un holandés… Hoy disfrutamos de la amplitud de la vista que se pierde por las chacras vecinas, los pastizales, las arboledas, el monte frutal, los canteros de la huerta, el lago que espeja el amplio cielo…
Todo un entorno para perder la mirada, disfrutar de aromas y colores, el sonido de los pájaros y el croar de las ranas…
MUCHAS POSIBILIDADES
La jornada se abre con muchas posibilidades.
Disfrutar de una recorrida a la huerta ya los frutales “quizás encuentres tu fruta o verdura preferida”. Registrar el lugar reconociendo árboles y flores.
Hacer una caminata por caminos cercanos.
Jugar a la pelota o al vóley.
Una buena opción puede ser sentarse a leer en la terraza o elegir una de las hamacas paraguayas para recostarte y contemplar el lago y el cielo a través de las ramas del pinar. En verano siempre estará la posibilidad de un chapuzón en el tanque australiano o en el lago.